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lunes, 30 de diciembre de 2013

El Contagio (6)


Capitulo 6: Un encuentro poco esperado.

Nymeria no podía creer lo que veía, era uno de los pocos amigos que había tenido antes de que el mundo fuera infectado por el virus, se llamaba Varek, lo conoció hace un año cuando al mundo le quedaban pocos meses de vida normal, después le perdió, la casa de su amigo fue quemada y ella pensó que él estaría dentro y ahora que volvía a encontrarse con él estaba infectado... no soportaba verle así, ella se sentía en un estado de shock. Rápidamente Leo y Charlie fueron a atacar al chico desconocido. Varek retrocedió, se daba cuenta de que era su amiga, pero la enfermedad le decía que atacara. La joven explicó a sus dos amigos que no podían matarle, ella tenía una ligera idea sobre como retroceder la enfermedad, aunque eso implicaba exponerse a un gran peligro y eran varias vidas las que estaban en juego; aunque a Leo no le parecía buena idea accedió por Nymeria, sólo quería que ella sufriera lo menos posible aunque en esta situación era muy difícil. Intentó amordazar a Varek pero este sacó su hacha y comenzó a defenderse de una forma muy dura, Leo requirió la ayuda de su hermano Charlie, el amigo de Nymeria era muy fuerte y manejaba el hacha como si fuera una navaja. Leo pensó que si su amiga conseguía curarle sería un buen defensor aunque de momento no confiaba mucho en él. Le estaba siendo muy difícil parar sus ataques pues era muy rápido pero necesitaban tenerle sin la posibilidad de que pudiera atacarles... Nymeria se dio cuenta que la fuerza no iba a ayudar en este caso, se acercó a Varek, le miró a los ojos, Charlie y Leo se alejaron pero sin bajar la retaguardia. Ninguno sabe que pasó pero Varek se calmó aunque se sintieron algo reconfortados por que se calmara Leo seguía sin confiar en este extraño además de sentir un fuego de ira por dentro tras la situación que acababa de ocurrir. Leo no tenía ningún buen presagio pero no quería que ella se enfadase con él.


domingo, 29 de diciembre de 2013

El Contagio (5)

Capitulo 5: Algo más que amistad...

Nymeria y Leo conectaron en seguida, ninguno de los dos se daba cuenta de que entre ellos había algo más que una amistad, por primera vez Nymeria sentía un cierto temor a perderle, durante su niñez y juventud no había tenido a nadie en quién confiar, Leo y ella eran muy parecidos y eso era un punto positivo a su amistad.
Estaban los dos sentados hablando mientras Charlie hacía un pequeño fuego, las noches empezaban a refrescar y el lujo de poder hacer la comida al fuego era algo a lo que no podían negarse.
-Nymeria, cada vez que estoy a tu lado siento que una gran felicidad me invade a pesar de la situación del mundo, me siento vivo, lleno de energía, y aunque no lo creas por primera vez estoy mostrando a alguien mis sentimientos...
Nymeria se sonrojó y bajó tímidamente la cabeza. -Nunca me habían dicho nada parecido- pensó. - Leo, tú me estás enseñando lo bonito que es que una persona te escuche, te proteja, y te doy las gracias por dejar que me quede con tu hermano y contigo.
-No hay por qué dar las gracias, como ya sabes buscamos aliados, y nos vino de perlas que intentaras matarme- dijo Leo mientras se reía. -desde que comenzó todo esto no he sido yo mismo, lo único que intento es mantener con vida a mi hermano, si se va, yo me iré. Puede que esta situación me haya hecho muy fuerte pero tuvo muchas consecuencias negativas como cerrar mis sentimientos y pensamientos en mi interior... Puede que suene duro pero a todos nos toca vivir momentos difíciles.- Leo tenía los ojos vidriosos, Nymeria no sabía que decir, asique decidió abrazarlo por primera vez.
Leo no podía creer lo que estaba pasando, pero comenzó a llorar, el abrazo de Nymeria por primera vez no le agobió, es más, le hizo sentirse protegido y por qué no decirlo, se sintió querido.
Ella sin darse cuenta comenzó a derramar sus lágrimas mientras abrazaba a su amigo, no entendía el motivo por el cual ella lloraba y aunque intentó que Leo no se diera cuenta, él la miró a los ojos y abrazó a su compañera con más fuerza. Cuando los dos secaron sus ojos, algo atacó a Nymeria, quién rápidamente se giró con su cuchillo, en efecto, era un contagiado, pero su cara le era muy familiar... Demasiado familiar...


 

El Contagio (4)


CAPITULO 4: EL ENCUENTRO

Nymeria empezó a temer no conseguir salir del bosque de cenizas, todo era muy igual y de milagro consiguió alguna que otra planta curativa. Encontró unas huellas y las empezó a seguir, llegó a un lugar el cual parecía que habían formado hace poco un campamento, ¿sería de algún humano como ella? Tal vez algún infectado les haya mordido y estén deambulando para encontrarla ¡tenía que salir lo antes posible de allí! Comenzó a correr asustada sin dirección alguna. Encontró unas gotas de sangre fresca y creyó que serían de algún animal, pero de repente vio un cuerpo moviéndose, seguramente era un infectado así que decidió acercarse lentamente por detrás y atacarle, la persona a la que fue a atacar escuchó el ruido de las pisadas de Nymeria y paró el golpe, sus miradas se cruzaron y poco a poco el chico fue soltando el brazo que le había agarrado para no acabar herido. Tenía unos ojos claros y muy bonitos, le brillaban de una forma especial, parecía asustado pero intentaba ocultarlo, Nymeria sentía una conexión especial.
-¿Eres humano?- preguntó dulcemente Nymeria.
- Claro que soy humano, intuyo que tú también lo eres, mi hermano está herido, en realidad creo que le han mordido, pero está teniendo un proceso muy lento de transformación, intenta luchar contra la infección.
- Luchar va a ser en vano, pero podría intentar que no fuera a más la enfermedad, tengo unas plantas que pueden evitar que la hemorragia vaya a más. Por cierto me llamo Nymeria.- dijo mientras se daba cuenta del sentido de las manchas de sangre que había visto anteriormente. No confiaba mucho en ellos pero llevaba mucho tiempo sin hablar con nadie, por una parte se sentía aliviada.
- Encantado, soy Leo. Y mi hermano es Charlie, estamos muy agradecidos porque vayas a ayudarnos y no nos hayas matado- dijo mientras soltaba una leve carcajada.
Su hermano estaba escuchando toda la conversación y se sorprendió la forma en la que su hermano trataba a la chica, nunca le había visto tan amable y hacía meses que nadie le sacaba una sonrisa.
Nymeria extrajo parte de la infección a Charlie, le vendó y curó la herida que había producido el mordisco. Ella sabía que debía marchar cuanto antes pues no quería entrometerse en la vida de ninguno de estos dos chicos, pero la verdad es que algo le decía que por una vez debía dejar su solitaria vida y quedarse con ellos. Necesitaban su ayuda y ella la suya así que decidió permanecer durante unos días con esos dos hermanos aunque conforme más tiempo pasaban Leo y Nymeria juntos menos pensaban en separarse de nuevo... Cada segundo que pasaban juntos se unían más y más aunque a los dos les aterrorizaba la idea de depender de otra persona este miedo se iba haciendo más pequeño.

 

viernes, 27 de diciembre de 2013

El Contagio (3)


CAPITULO 3: EN EL BOSQUE...

Nymeria abrió los ojos sobresaltada, se había quedado dormida y para ella suponía el peligro de quedarse expuesta a un ataque y no conseguir defenderse a tiempo. Decidió coger los mejores cuchillos y armas que encontrara por la casa y los alimentos que más tardaran en perecer, después se marchó y pensó en adentrarse en un bosque cercano e intentar conseguir plantas curativas, nunca venía mal prevenir aunque iba a ser difícil y peligroso, tenía claro que no podía volver a esa casa, ya que las mutaciones olían el aroma humano y seguirían su rastro.
Nymeria siempre se había preguntado qué pasaba una vez se contagiaban las personas, ¿a caso perdían todos sus recuerdos? ¿No había forma de volver a ser una persona? ¿Quién ganaría esta batalla? De momento, los contagiados llevaban ventaja, se expandían con demasiada rapidez.


En un lugar no muy lejano Charlie y Leo se disponían a seguir su camino, pero se encontraron un impedimento, Leo vio una sombra detrás de un árbol de cenizas, una niña pálida y con el pelo enmarañado apareció. Parecía estar asustada y Charlie comenzó a acercarse.
-¡No te acerques Charlie, corre, por tu vida, corre!
Charlie no comprendía que le decía su hermano hasta que la niña se le tiró al cuerpo hasta tumbarlo, no es que fuera muy fuerte pero le pilló por sorpresa.
Leo sacó sus cuchillos y atacó antes de que mordiera a su hermano para contagiarle o eso era lo que él creía.
La niña se marchó herida, Charlie sabía que Leo estaba enfadado con él por no hacerle caso desde el primer momento y haber puesto en peligro tanto su vida como la de su hermano...



El Contagio (2)


CAPITULO 2: LEO

Leo iba caminando junto a su hermano Charlie por un supuesto bosque del que sólo quedaban cenizas. Iban buscando los restos de alguna civilización y si era posible aliarse a algún humano no contagiado. Cada día las mutaciones humanas eran más fuertes y tanto Leo como su hermano comenzaban a perder fuerzas.
Por el camino no hablaban mucho, Charlie iba jugueteando con uno de sus cuchillos (siempre llevaban uno para protegerse ante posibles ataques). Eran dos hermanos jóvenes, sabían muchas tácticas de defensa y siempre se ayudaban el uno al otro.
Leo era un chico cerrado, se guardaba sus pensamientos y preocupaciones para si mismo, nunca había sentido el cariño de otra persona y mucho menos la de sus padres por esto cerró sus sentimientos a los demás, nadie, ni siquiera su hermano, conocía por lo que había pasado. Tan sólo le preocupaba mantener con vida a su hermano, y no soportaba la idea de que tuviera que pasar tanto peligro.
Sin embargo, Charlie, estaba encantado de poder vivir una aventura junto a su hermano, no se daba cuenta de la gravedad de la situación, pero a veces, era mejor no saber que cada segundo podía ser el último de tu vida.


- Deja el cuchillo, no queremos que haya ningún imprevisto y acabes sin sangre.
Charlie no le hizo mucho caso. - Leo, ¿te pasa algo? te noto diferente.
-¿Acaso hay algo que no sea diferente?- Leo dejó sin palabras a su hermano quién prefirió abortar la conversación y guardó el cuchillo.
Mientras, su hermano pensaba sobre cómo hubiera sido formar una familia, sentirse amado y ser feliz, pero eso era algo imposible puesto que él no tenía sentimientos o eso era lo que él creía.
Comenzó a caer la noche y decidieron acampar, no hicieron ninguna hoguera para que no descubriera nadie su paradero, acordaron unos turnos para descansar aunque como cada noche, Leo se mantuvo despierto para poder proteger a su hermano.
Pronto la vida de estos dos jóvenes cambiaría para siempre, pero sobre todo, la de Leo.


 


El Contagio (1)


CAPITULO 1: NYMERIA

Una tarde como otra cualquiera, Nymeria no dejaba de fantasear mientras miraba la lluvia caer por la ventana de esa sucia y polvorienta casa.
Era una chica fuerte, tímida pero alocada, odiaba preocupar a las personas aunque ya no tenía a nadie a su lado.
Su infancia no fue la mejor de todas, la mayor parte del tiempo la pasó sola, preocupada por los demás y no por su felicidad; tal vez por esto fuera tan distinta a los demás.
Ella tenía sus pequeños poderes, cuando conocía a una persona podía ver cómo era su corazón y cómo era esa persona en realidad.
A Nymeria le encantaba fijarse en los pequeños detalles de los que nadie se daba cuenta y a menudo soñaba despierta.
El mundo en el que vivía estaba destrozado, un virus contagiaba a toda la población y provocaba una mutación humana mucho más fría y temida. Quedaban muy pocos humanos sin estar contagiados y ella era una, claro que no todos pensaban como ella, cabía la posibilidad que como todas las enfermedades hubiera un remedio que acabara con este virus, pero también podía no ser cierto y que el mundo estuviera destinado a este caos.
Hace unos meses perdió a sus padres y se quedó completamente sola, su vida cambió radicalmente, tuvo que aprender a luchar para sobrevivir y en varias ocasiones estuvo a punto de rozar la muerte por los ataques de los contagiados. Al principio le fue muy duro adaptarse a esta vida, pero en seguida aprendió a sentirse más segura sola y así no poner la vida de nadie en peligro.
Todos estos sucesos hicieron que madurara con rapidez y no disfrutara de su adolescencia como podría haber sido.