Capitulo 8: Esperanzas rotas
Nymeria estaba dolida por lo que le
había dicho a su amigo. Toda esta situación le había hecho mucho
más fría y sentir algo por alguien tan solo complicaría todo mucho
más. Charlie intentaba animar a su hermano pero era muy difícil.
Realmente le había partido el corazón a Leo y eso que éste
intentaba ocultar cómo se sentía realmente.
¿Merecía la pena seguir deambulando
de un lugar a otro exponiendo en peligro todas sus vidas sin avanzar
lo más mínimo en la búsqueda de cómo parar el contagio y
reconstruir el mundo? No. Eso no iba a pasar. El mundo estaba
destinado desde que se creó a ser destruido. Como todo. Todo tiene
su final y o mejor que podían hacer era aceptar su destino, morir y
caer en el olvido como tantos otros lo habían hecho anteriormente.
Lo único por lo que merecía la
pena seguir viviendo para Nymeria era conseguir que Varek volviera a
ser un humano normal y corriente con la esperanza de poder utilizar
el mismo método para el resto de contagiados... Y en efecto, Varek
estaba mejorando mucho con su enfermedad, pero Leo y Charlie seguían
sin confiar mucho en él.
Mientras caminaban un animal extraño parecido a un lobo salvaje con rabia les atacó y Varek sin contemplaciones se acercó con su hacha y lo hizo añicos sin ningún tipo de problemas.
Nymeria estaba muy orgullosa de su amigo, pero pronto pasaría algo que ninguno imaginó...
Salieron del bosque de cenizas y encontraron cerca los restos de un pequeño pueblo que estaba deshabitado, entraron en las casas para coger comida y reponer armas.
Varek estaba muy serio, llevaba escuchando unas pisadas desde hace tiempo y no eran de ninguno de sus compañeros pero no veía a nadie más, sentía que alguien les seguía y observaba desde que él apareció.
El tiempo cada vez era más frío, si se quedaban parados durante mucho tiempo sus músculos se atrofiaban y no podían casi ni andar...
Mientras caminaban un animal extraño parecido a un lobo salvaje con rabia les atacó y Varek sin contemplaciones se acercó con su hacha y lo hizo añicos sin ningún tipo de problemas.
Nymeria estaba muy orgullosa de su amigo, pero pronto pasaría algo que ninguno imaginó...
Salieron del bosque de cenizas y encontraron cerca los restos de un pequeño pueblo que estaba deshabitado, entraron en las casas para coger comida y reponer armas.
Varek estaba muy serio, llevaba escuchando unas pisadas desde hace tiempo y no eran de ninguno de sus compañeros pero no veía a nadie más, sentía que alguien les seguía y observaba desde que él apareció.
El tiempo cada vez era más frío, si se quedaban parados durante mucho tiempo sus músculos se atrofiaban y no podían casi ni andar...
Charlie seguía infectado por dentro y a veces le daban ataques
de ira, pero intentaba retenerlos y que nadie los notara. Varek sabía
lo que sentía, estaba en una situación parecida pero sólo él
sabía lo que iba a suceder unos días después.
Pasaron los días y Varek guiaba a su grupo de "amigos" al lugar donde podrían encontrar la muerte pero obviamente, ellos no tenían ni idea.
Charlie iba a peor con la enfermedad y no conseguía controlarse, pensó varias veces en suicidarse para no tener la tentación de hacer daño a nadie, pero sabía que su hermano no lo entendería y le arrebataría lo único que realmente le quedaba.
Varek sin embargo parecía mostrarles ayuda y protección, aunque, las apariencias como tantas otras veces engañan.
Los alimentos escaseaban y cada día estaban más cansados de andar, entre el frío y el hambre todo se complicaba.
Llegaron a un extraño paradero con edificios oscuros y muy altos cuando de repente, unos hombres enmascarados cogieron por sorpresa a Nymeria y rodearon a Leo y a Charlie.
Varek se unió a los enmascarados, ¡les había tendido una trampa!
Les taparon la boca con un pañuelo, Varek comenzó a reír forzosamente.
-¡Latigazos! ¡Dadles latigazos a esos dos! Dejadme a mi a la chica.
Mientras los enmascarados quitaban las ropas a Charlie y a su hermano, Varek se acercaba a Nymeria y Leo estalló de furia.
No soportaba pensar lo que le haría a Nymeria, se la estaban llevando y aunque intentó soltarse, las cuerdas que agarraban sus manos estaban reforzadas con una sustancia creada por los infectados la cual era imposible de romper.
Tal vez había llegado la hora de dejar este mundo.
Pasaron los días y Varek guiaba a su grupo de "amigos" al lugar donde podrían encontrar la muerte pero obviamente, ellos no tenían ni idea.
Charlie iba a peor con la enfermedad y no conseguía controlarse, pensó varias veces en suicidarse para no tener la tentación de hacer daño a nadie, pero sabía que su hermano no lo entendería y le arrebataría lo único que realmente le quedaba.
Varek sin embargo parecía mostrarles ayuda y protección, aunque, las apariencias como tantas otras veces engañan.
Los alimentos escaseaban y cada día estaban más cansados de andar, entre el frío y el hambre todo se complicaba.
Llegaron a un extraño paradero con edificios oscuros y muy altos cuando de repente, unos hombres enmascarados cogieron por sorpresa a Nymeria y rodearon a Leo y a Charlie.
Varek se unió a los enmascarados, ¡les había tendido una trampa!
Les taparon la boca con un pañuelo, Varek comenzó a reír forzosamente.
-¡Latigazos! ¡Dadles latigazos a esos dos! Dejadme a mi a la chica.
Mientras los enmascarados quitaban las ropas a Charlie y a su hermano, Varek se acercaba a Nymeria y Leo estalló de furia.
No soportaba pensar lo que le haría a Nymeria, se la estaban llevando y aunque intentó soltarse, las cuerdas que agarraban sus manos estaban reforzadas con una sustancia creada por los infectados la cual era imposible de romper.
Tal vez había llegado la hora de dejar este mundo.